domingo, 21 de marzo de 2010


Y es que nos hemos convertido en una nueva generación, no hemos embarcado en una tripulación corrompida, en un barco que ni los piratas pueden cubrir, no hay espadas envainadas que lleguen a estos corazones. Llenos de odio, ira y mediocridad, no hay magia que endulce sus vidas ni más mentiras que puedan seguir cubriéndoles.

Es una generación que pacta con el diablo, que vende su alma a cualquier precio. No hay compasión ni perdón en esta nueva época. Es la era donde tu vida esta en manos de cualquiera que tiene en su poder tu alma, tu garganta estará desgarrada de sostener tu último aliento cada dos segundos y tu razón sucumbirá a la locura.

Es lo que tiene dejar entrar al mal en tu casa, que apoye su cabeza sobre tu almohada y su gélido aliento recorra por tu espalda. Se apodera de los más débiles y sabe como apoderarse de los más fuertes, esos que les puede el poder, el dinero y la fama. Solo quedan los inteligentes, ese grupo minoritario o más bien inerte.


Los planetas empiezan a ser gobernados por la muerte y el caos llega hasta el ultimo rincón de todas las naves, Galaxias y hasta el mismísimo Universo. Universo que llora y suplica perdón ante las puertas del miedo, todo el mundo tiene miedo, siempre nos persigue y nos lleva a nuestro límite; nos deja al descubierto y enseña la cara y cruz de la moneda. Nuestra vida se la juega el azar y nos abandona la suerte antes del anochecer.

Las estrellas cautelosas buscan refugio en la Luna, pero no está. Como tantos y tantas se vendieron por un minúsculo precio, tendrán que hacer frente contra el miedo y el odio. No queda esperanza en sus corazones, ven todo perdido pero nada está perdido hasta el final de los tiempos y aun no ha llegado.


Nunca hay que abrir la puerta al azar, ni soltarle la mano a la suerte cuando ves que el diablo está a dos metros de tu alma.