Hoy unos de mis propósitos para el año nuevo
va a ser fingir que el dolor puede causar placer
que cada puñalada en vez de derramar sangre
derramará poesía y un poco de literatura.
Para el año que viene llevo cosiendo una sonrisa para mis labios
una máscara para ocultar mis lágrimas y un disfraz para taponar
mis heridas.
Me propongo aprender el lenguaje del silencio de tus miradas, de las noches
esperando una llamada tuya o básicamente una mirada a hurtadillas.
Contaré... Uno due tre quattro… para poder respirar y no ser tan tonta y soltarte un beso
Porque como dice una canción:"Dejarse llevar suena demasiado bien…"
Y nunca he querido que las cosas vayan como la seda, porque luego el camino en vez de ser dulce es amargo; pero lo dulce sin lo amargo no es tan dulce.
Iré afilando mis colmillos para el 2010, porque voy a dejar de ser un cordero para convertirme en la fiera que desgarre cuerpos y almas.