al despertar del éxtasis había
varios jadeos de fiebre entre nuestras manos
y en nuestras bocas sabor a humor.
te deslizas tan lentamente por mí
inconsciente cuerpo que incluso llega a burlar
las pequeñas manecillas del reloj.
prevengo tus desaliñados dedos desprenderse
por mi pálido cuerpo hasta absorver cualquier
punto surcado por el suave zumbido
del pavor humano.
jueves, 29 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario