martes, 12 de enero de 2010

Y es que me duele hasta el alma de tanto quererte,que enloquezco por la noche soñando contigo.

Envidio a morir a las estrellas porque cada noche duermen con el cielo y besan a la luna.Me invento tu piel, tu aroma y tus labios,me retuerzo en las sabanas al creer que eres tú. Que grito tu nombre espantando a la soledad y retumban en mis oídos mil tequieros sin dueño.

Los apadrino y les doy cobijo en mi corazón pero están hartos de bañarse en mi boca y juguetear con mi lengua, que buscan otras lenguas donde enlazarse y otros labios donde encontrarse. Que derraman dolor por mi garganta y embadurnan de olvido mi sangre.

Mis lágrimas están secas de tanto escaparse, se han hartado de tanta tristeza y hacen cosquillas a la risa para que salga en el amanecer.

Los rayos de sol retintinean en mis ojos para sacar brillo a las pupilas. Quiero que el azul de mis ojos vuelva a ser mar de verano y cielo estrellado, que mis piernas recorreten tu casa hasta tu cama y que sigilosamente mis pies fríos se calienten con los tuyos.


Quiero que mis besos tengan dueño y que mi sonrisa salga a pasear.

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