lunes, 5 de abril de 2010


Coge las estrellas que iluminaban nuestro techo, llévate la Luna que dibujaste en mi ventana y rompe las migajas de ti que hay en mi colchón.

El tiempo no entiende de valientes, la verdad aún no ha sido descubierta y la condena me pilló desprevenida robándote trozos de mi corazón.

Me muero de envidia al ver tu sonrisa paseando hasta que las nubes cubren el sol, es querer tener tu libertad y escapar de este mundo con o sin tu ayuda.

Retintinean las gotas de lluvia sobre tu ventana como las ganas de trepar tu cuerpo hasta zarpar en tu corazón.


El tiempo no entiende de valientes...

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