Paro. Y pienso si de verdad soy una persona la cual deja escapar sus pensamientos e ideas solo por una simple cuestión a la cual no se ni yo justificar...
Parezco una niña de 10 años pensando en como le miraran sus amigas su nueva muñeca o que son esas mariposas como las llama la gente dentro de mi barriga al ver a ese niño de 11 años. No lo se como hay que reaccionar ante algunos casos en los que tu misma te cierras y no se lo cuentas a nadie, lo guardas como algo único y valioso; pero nuestro interior no sabe que lo mejor puede que sea lo contrario. Tanto pensar a veces me parece enfermizo hasta para mi mente, me hace recapacitar y meditar ante cualquier paso o comentario que vaya a cometer. ¿Pero ese es el mejor camino?¿ O debo dejarme llevar y no pensar en ocasiones? Es muy fácil ver como la gente escupe palabras y pensamientos sin pensar en las consecuencias que contraen, aunque ellos parecen estar físicamente bien.
La idea que ronda y no deja de merodear por mis entrañas es tan solo una idea pequeña pero tan única que sobresale ante las demás. He llegado al punto de odiar esa idea por hacer que mi mente crea que es algo importante, algo que no se pueda borrar tan fácilmente. Me reprocho casi siempre por odiar esa idea que no contiene solamente recuerdos y palabras, sino sentimiento que por mi parte son sinceros e incluso inéditos para mi existencia; pero retiene a una persona dentro de ella y no quiero odiarla ni olvidarla pero la idea recorre mi cabeza todos los días e incluso lo e intentado.
Llegue al punto de que cada vez que su cara o su idea dentro de mí la sustituyeran por ejemplo por un objeto o por otra idea que hiciera olvidarle.
Pero de nuevo por mi poca fuerza de voluntad contra ello o puede que este haciendo lo incorrecto al querer borrarlo de mi mente pero caí. De nuevo otra vez, no se si por su mente recorrerá alguna vez mi imagen por sus entrañas, ya que su imagen esta plasmada dentro de mi iris y no deja de visualizarse en mis grisáceos ojos…
El muro que marqué sobre su idea en mi desaparece y entra de nuevo su mirada en mi frágil cuerpo, que de vez en cuando deja entre ver que no soy tan fuerte como en otras ocasiones, cae y cae y recae dentro de si mismo…
Su ultima mirada es la ultima herramienta que le hacía falta a mi mente para enloquecer y recaer, pero se que tengo que mantenerme de pie y hacer como si esa idea no existe y recrear otra idea semejante pero menos dolorosa como si fuera otra manzana de cualquier manzano tratada como a las demás .
Quisiera perderme en uno de los bosques mas cercanos y quedarme perdida para así quedarme mas tiempo que el presuntamente ya previsto, observar sola un lago el cual se coloca enfrente de mi y escuchar a los seres vivos que edifican ese bosque como su paraíso y me acepten como propietaria de ese oasis soñado por mis imprevistos deseos futuros.
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