jueves, 4 de septiembre de 2008

Envidio al espejo de tu cuarto,al de tu casa;por tener y poseer un derecho que yo no consigo:poder ver todos y cada uno de los dias algo de lo que se sienten ignorantes.
Envidiosa de tu almohada, de tus sabanas,que te arropan todas las noches;las envidio por el echo de ser las primeras que presencian cuando entreabres los ojos y les regalas miradas insignificantes para ellas.
Envidiosa de tu reflejo,de tu sombra ante la acera,siempre al lado tuya.
Envidiosa del agua que te sumerge al ducharte,de cada gota que baja por tu cuerpo,que roza tu piel que recae sobre cada una de tus pestañas,que baja por cada una de las grietas de tus labios,hasta contar cada uno de los lunares de tu cuerpoy desaparecer.
Envidiosa de cada uno de los rios de aire que traspasan tu traquea y pasean por tu garganta la cual da vida a tu calido cuello.
Envidiosa de los mordiscos que te quita la vida o te da la vida,envidiosa de la belleza que te rodea, de tu grandeza y de tu mirar que gira a tu alrededor,envidiosa y luchadora por esos dichosos premios que te da la vida y por esos magnificos derechos que tiene tu cuerpo.

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