martes, 26 de enero de 2010

Luis García Montero



Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.


Es más sabio el amor cuando amanece,
cuando ya empieza a oírse la mañana,
por el camino largo, desierto de tu piel.


Sobre las diez te llamo
para decir que tengo diez llamadas,
otra reunión, seis cartas,
una mañana espesa, varias citas
y nostalgia de ti.


Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi,
cruzo la desmedida realidad
de febrero por verte.


«Sé que el amor existe,
pero no sé dónde lo aprendí».

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