lunes, 18 de enero de 2010


En la Edad Media la vida terrenal ósea la vida que uno camina todos los días no valía la pena vivirla, porque creían saber que esta vida era un mar de lágrimas y que solo tenía dolor y sufrimiento por ello no había que tenerle aprecio al simple hecho de vivir.

Además los placeres terrenales eran efímeros y te llevaban al pecado, si pecabas Dios no te acogería en su morada sin pesar y no serías unos de sus fieles. Como otros ejemplos tan radicales que dan que pensar en la inteligencia o lógica de vivir que tenían en esa época: la salud no había que tenerle aprecio es decir ignorar tu propia vida, que el amor se dividía en cortés y cristiano, ninguno de los dos aconsejo a nadie porque no es amor sino servidumbre; el primero era “rendirle vasallaje a tu dama” y el otro “que ella le rindiera vasallaje a su señor”. ¿En qué mundo viven?,¿cómo se le puede llamar a la persona a la que quieres “señor o señora”? Además ¿qué amor es ese que no consiste en amarse sino en rendir vasallaje? Porque en aquellos tiempos el amor seguía siendo la misma palabra pero no el significado, ya que menos mal que no sigue siendo así, porque las mujeres eran siervas de sus señores y de Dios, además de no tener voto ni voz en ninguna circunstancia, repito, en ninguna.

Que en casi ningún texto se refleja el amor de alguien hacia una persona, que no hay afecto ni por parte de un padre a un hijo. Solo hay amor para Dios, que lo quieren con locura, que siguen sus mandatos sin rechistar y son sus siervos. ¿Pero qué locura es ésta? Que retraso social, cultural e ignorancia por parte de todo el mundo, el aprovechamiento de la gente inculta por parte de la Iglesia, y la pobreza cultural de aquellos tiempos me parece indignante, porque no se puede tolerar que solo unos pocos tengan la oportunidad de leer un libro o saber escribir. La cultura es esencial en una persona.

Menos mal que no vivimos en aquella época porque hoy ni el mismísimo Dios bajando de los cielos puede quitar las ganas de vivir que tienen algunos y las ganas de amar que tienen otros.


Hace unos meses un niño de tan sólo cinco años con cáncer de hígado me dijo que "la vida puede ser maravillosa si la miras como tu quieres que sea"…

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